viernes, 5 de junio de 2015

Caminata por la noche

Las noches ya no van a ser iguales porque no se puede recorrer el mismo tiempo, donde todo parecía ligero como las pisadas de los gatos que me rondaban hasta abandonar el sitio. Eran noches profundas y tranquilas. Podía sentirme calmado después de un largo día; la caminata corta, pero apacible. Nunca recuerdo acelerar el paso, nunca escapé en ruinas de tu lugar, y aunque comenzaba a marchar apesadumbrado, en pocos metros me revitalizaba. La frescura de los árboles me alimentaba, me hacía sentirme pleno. Las hojas me dieron consejo más de una vez, ellas caían ligeras para frenar mis pensamientos. Las noches ya nunca serán como antes.