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Mostrando entradas de 2019

Escritura breve 1

Hoy nadé. Se puso a prueba mi respiración. Cuatro brazadas y una respiración. No había nada más. Mi mente concentrada sólo en cómo entraba el aire y salía por mi boca. Mi atención pasaba de la respiración al movimiento de las piernas. Sincronía en cada movimiento.

Dibujando, cantando y bailando

Can I tell you a story of a lady so meek? Fought her battle alone with love Had no armor, no weapon, no desire to flee But a power so deep inside, preside to us all I see a star, how strong it was And still, somehow, we seem to fall Kamasi Washington La mayoría de las veces estábamos sentados en el piso con la televisión encendida y el volumen a todo lo que daba. En esa sala estaban regados por doquier los zapatos, faldas, vestidos y mini accesorios que traían consigo las muñecas de su hermana.  Las recogía donde quiera que estuvieran botadas. A su hermana no le interesaban tanto como a él; ella las aventaba detrás de la lavadora, bajo la cama, en macetas, en el baño o donde fuera. Él, todo lo contrario, las trataba con cariño. Sentado en la esquina del sofá, tomaba un pequeño cepillo y les arreglaba el cabello sintético, nudo a nudo; con mucha paciencia, suavemente para no lastimarlas, colocaba pasadores o amarraba con una liga la cabellera ...

La Jefa

La Jefa había llegado hace pocos meses al puesto. Las primeras semanas nadie las olvidará por su actitud recta y disciplinada, que llevó durante todas las horas de entrada y salida. Antes de ella pocos cubrían la posición con semejante puntualidad. Su turno comenzaba a la hora en punto del cambio de turno y terminaba con la misma precisión. Sin mediar palabra con su relevo, abandonaba el lugar sin esperarlo. La falta de responsabilidad sería de él, solía decir. Aunque no tenía ningún tipo de autoridad sobre los cobradores, pero las miradas que soltaba, a quienes llegaban tarde, bastaron para sincronizar a toda el área. Pronto, esos accesos fueron los más eficientes y rápidos. Aunque aquella puntualidad era admirable, su capacidad de observación era todavía superior. Siempre permanecía alerta y mirando de reojo a los autos que entraban y salían por la garita. Caminaba de un extremo a otro como una pantera que acechaba a sus presas. Los conductores la miraban con un gesto serio ante el...

¿Cómo no dejar algo botado?

Este texto se me ocurrió básicamente porque tenía la necesidad de escribir algo, de ponerme a teclear y dejar que las ideas fluyeran sobre la pantalla. Es algo que disfruto mucho, pero al mismo tiempo es algo que se convierte en una tarea frustrante. ¿Qué escribo? No sé, lo quiero hacer, pero no tengo un ruta clara de por dónde empezar ni a dónde llegar. ¿Cuánto debería escribir? A veces pienso en un cuento, otras veces, en una reflexión, en un recuerdo, en una queja. Pero nunca termina en nada o se extiende por hojas y hojas sin un rumbo claro; también hay textos en los que puse un párrafo y eso fue todo. Pero hoy hay una excepción. Este texto concentrará aprendizajes acumulados después del fracaso. No sólo señalar las fallas que me han impedido escribir consistentemente, también errores que me han impedido avanzar en otras tareas que me propongo: correr más kilómetros que mi récord habitual; tocar una pieza más compleja en el piano; hablar otro idioma; leer una colección de libros;...