Hace siete años no sabía mucho sobre la comida, de hecho no recuerdo tener platillos favoritos durante esos años. Era una actividad bastante automática, lo que me metía a mi estómago era una serie de decisiones sin ninguna trascendencia, daba lo mismo la hora, el lugar y la cantidad. Hoy los mejores minutos del día los paso en la cocina, no soy un chef profesional, ni siquiera paso de realizar obras sencillas, pero me gusta más la compañía. Comerme un buen taco amenizado por una charla o viendo algunos videos en la red; pueden ser carnes frías en tortillas de harina y Miles Davis; sandwich con salsa de habanero y una puesta en escena desde el Met. de Nueva York; a veces sobre literatura, crítica poscolonial; res bañada en salsa roja y una exposición detallada sobre el fanatismo religioso; café con mucha azucar y el más nuevo disco de Rihanna. Nunca hubiera imaginado que la comida me permite cierta libertad de decir fácil y sencillo porque la concentración no se puede ir a ningún l...
Un espacio donde pongo todo aquello que escribo bajo el único criterio de relajarme. Encontrarás literatura, opinión o asuntos que no comprenderás, porque ni yo mismo a veces me entiendo.