Ir al contenido principal

Una voz

La voz viene y se va, haciendo figuras con el aire, llevándoselo como corbatín, haciéndolo vibrar en espiral y luego en forma de fuente.

Es la voz más dulce que he escuchado en mucho tiempo. Me dice "te amo". No sé qué responder. No sé si una voz puede escuchar. No tiene rostro y tampoco se exactamente de donde viene, pero ahí está.

Es una voz de mujer, una voz tierna, entrenada para deleitar.

Se va aunque no por mucho tiempo. Regresa como terciopelo. Me canta muy de cerca y me recita historias sólo con notas musicales. Es un poema vocal, si acaso existe algo similar.

Cuando estoy sentado frente a la computadora viene y me hace recordar asuntos que daba por olvidados. La pequeña voz va pescando recuerdos espesos de cuando tenía dieciocho años. Me tararea la música que escuchaba aquellos días. La voz se convierte en un violín, después en un bandoneón y llora. Música que ya no recordaba, que me hacía sentir triste y ahora feliz.

Viene por las noches cuando todo está tranquilo, viene cuando ya no tengo nada que escuchar, cuando ya no quiero escuchar. Quisiera que apareciera más a menudo, pero es caprichosa, se aparece a su voluntad. 

No tengo dominio, traspasa mis pensamientos, se mete en mis razonamientos y juega con mis emociones. Es una voz poderosa que no se va con el ruido. Aunque me estremezcan los relámpagos, me sacuda una muchedumbre de personas, la voz silencia todo y camina conmigo.

La voz me controla, esa voz ajena. Ya perdí mi voz. Esa voz tan bella controla lo que queda de mi, esa voz habla por mi.

Es la voz de mi vida, es la voz que me mantiene y es la voz de mi muerte...


Comentarios

Entradas populares de este blog

Comida de recuerdo

Y ahora que estoy un poco más lejos, de tiempo y lugar, cómo extraño comer con mi madre. A veces solo extraño la comida, a veces el silencio y a veces la compañía. A veces extraño las tres: una comida deliciosa, una plática larga sobre cualquier tema o un enorme silencio que tranquiliza y ayuda a sopesar mejor las ideas. Mi madre nunca fue una gran conversadora, en el sentido de abrir la charla, profundizarla, narrar grandes historias o acompañar la sopa con hazañas imborrables. A veces solo nos mirábamos, y ella tan silenciosa como yo. Solo el sonido de las cucharas chocando la porcelana y el gorgoteo de la jarra sirviendo agua de fruta. Las burbujas del agua hirviendo para el café o el té de manzanilla. Y también el canto de los pajaritos que nos espiaban desde la ventana, como queriendo escuchar lo que decíamos. Pero no decíamos nada. Solo estábamos concentrados en saborear la comida, y tal vez en planear nuestro día. Porque, aunque mi madre no decía mucho, yo sabía que pensa...

El lugar del miedo y la ambición

Durante los últimos meses ha sucedido algo extraño en mi forma de pensar y se ha reflejado en lo que es este blog y en la idea sobre la que fue concebido. Con un poco de decepción pienso que mi impulso literario ha desaparecido. Las historias que tenía en mi cabeza y que quería redactar en este sitio, de pronto dejaron de ocupar espacio en mi cerebro. Fue un secado creativo, un drenado de literatura. Ya no leo ficción, ya no me obsesiono con personajes y formas de narrar una historia. No busco buenos reportajes, ni las plumas más destacadas en los medios de comunicación me interesa. Ignoro los mails que me mandan las editoriales y mi biblioteca apenas si ha crecido con nuevas adquisiciones de cuentos, novelas, ensayos e incluso ciencia.  Todo ha sido, poniéndolo en términos informáticos, como un formateo. Se borraron mis viejas programaciones y fueron instalados otros programas que me llenaron de nuevos conceptos y formas de ver el mundo. Y esto no es una queja, es una especie de n...

Espiral 1

 Desde la óptica de sus padres, se le dio todo. O más exactamente, se le dieron todas las convenciones sobre la "buena" y "mala" crianza. A veces mezclada, a veces con un compromiso que solo surge del amor: apoyo, acompañamiento, diálogo, esquematización, horarios, mano dura, empatía, guía profesional, psicólogos, terapias, cinturonazos, trapazos, paciencia, dedicación, escucha, libertad, normas, libros de autoayuda, actividades al aire libre, espacio personal, integración familiar, experimentación individual o en familia. Se le ofreció todo con el único objetivo de hacerlo sentir apoyado y amado. Se le preguntó y escuchó sobre todas sus inquietudes, desde niño hasta cuando ya era mayor y plenamente consciente de todas sus decisiones. Nunca se le retiró el apoyo directo o parcial, porque simplemente no podían hacerlo sus padres. Era su primogénito, primera y última razón para seguir adelante.  Algunas veces intentaron renunciar a él. Guardaron la distancia, fingiero...