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Mostrando entradas de 2020

Una carta para mi

 En cinco días cumplo 31 años.  ¡Qué chingados! Me imagino que decirlo es muy ridículo a mi edad, pero también creo que es lo que dicen todos los humanos que ingresan a la siguiente década de su vida: cómo vuela el tiempo.  Dejar detrás diez años más es una huella implacable del tiempo. El inicio y fin de un ciclo. Un ciclo que no sabemos dónde terminará, pero que está andando y va a sumar buenas y malas experiencias.  En mi caso creo que han sido más las buenas experiencias que los desazones. Suelo decirle a mi novia que me siento muy orgulloso porque he tenido una vida sumamente feliz. Muy plena y satisfactoria en todos los sentidos. Fui un niño feliz, un adolescente arrogante y orgulloso, un joven curioso y siempre feliz; pero también, por lo que llegaron a gritarme o decirme con la mirada otras personas, fui: egoísta, distraído, cínico, mustio, serio, desesperante, indolente, culero y otras más. Todo eso aún lo conservo en mi memoria. Es una bolsa de buenos y mal...

Vivo en las estrellas

No es algo que sólo suceda en las películas o en los libros. Realmente dan ganas de salir y mirar las estrellas en el cielo. Es terapéutico. Yo lo hago cuando me entra la soledad. A veces sí me siento abandonado, pero mirando el cielo, me pregunto por qué me siento abandonado si yo fui quien abandonó todo. Tuve una familia, un empleo, una esposa, un auto, un seguro de vida y todas esas cosas que deseamos y por las cuales trabajamos. Y preferí dejar todo eso a un lado, le digo al cielo. Ni el cielo y las estrellas me responden. Tal vez es eso lo que me hace sentir abandonado, que no hay ningún eco de lo que pienso, maldigo o recuerdo. En el cielo, tan inmenso, todo se disuelve y se pierde en la oscuridad.  Al cosmos no le importa si paso hambre, si el agua moja mi colchón o si los moscos sobrevuelan dentro de mi casa toda la noche. Y ni a los moscos o a mi estómago les interesa lo que sucede en Alpha Centauri; unos quieren beber sangre y el otro quiere un poco de lo que sea. Estas i...

Está en los detalles

El diablo está en los detalles, dice un dicho. No creo que sólo el diablo, más bien todas las personas. Ahí encontramos una manera de expresarnos y de comunicarle sutilmente al mundo que estamos aquí. Los detalles creo que son el eslabón que nos va atando a una comunidad, a un movimiento o a un estado colectivo. Sin los detalles no habría manera de contar nuestra historia y nuestro presente. Me explico: Hay gente que se reconoce con otros por un tipo muy específico de tatuaje, por una marca de zapatos, la mochila de moda o el símbolo de un músico en común. Los detalles también revelan de dónde venimos y lo que sufrimos o hemos llorado. Como la cicatriz de una cirujía, la deformación de una parte de nuestro cuerpo o la manera de caminar y desgastar los zapatos. También se revela nuestra obsesión por la belleza, como un corte de cabello hiper-simétrico o unas pestañas muy erguidas y obscuras que nadie más se atrevería a usar. Sin detalles podríamos extraviarnos en la generalidad. E...

La costumbre de mirar atrás

Hoy mientras venía caminando a mi casa, me di cuenta, o mejor dicho, volví a pensar en un hecho que a la luz de los años será una curiosidad o síntoma de nuestros tiempos, pero que hoy en día es algo tan natural y tan penoso a la vez: voltear hacía atrás, mirar de reojo para cerciorarnos que nadie nos sigue. Hoy por ejemplo, bajé del camión y volteé con el reflejo que he desarrollado desde quién sabe qué época de mi vida. Esto lo hacía, según recuerdo, cuando iba a la secundaria. Al salir de noche, caminaba a la avenida, acompañado de mis amigos, y giraba levemente mi cuello para saber que nadie andaba detrás de nosotros. Había historias de que los ladrones de la colonia contigua se ocultaban entre los árboles del parque y camellones para salir y quitarnos todo lo poco que podríamos traer. Con esa idea anduve varios kilómetros hasta llegar a la prepa. Y ahí tampoco dejé de mirar hacia atrás. Caminaba tal como le indican NO HACERLO a quien sufre de vértigo y asciende alguna cima: ...