Aunque no lo crean Dios pone y quita a los gobernantes del mundo, así que lo mejor es aceptar al
Le contesté y me replicó así:
El último comentario me indigno, debo admitir. La política y la religión - aún cuando la segunda es políticamente activa, y de qué manera - no deberían mezclarse. La política son actos humanos de organización social, la búsqueda del poder para influir sobre los demás, ejercer el control, quitar o poner libertades. La religión está acotada al mundo trascendental y metafísico, no debería mezclar sus conceptos con la política porque fomenta radicalismo, intoxica con su principio de autoridad. Todo lo convierte en determinismo, anula la posibilidad de diálogo porque creen en "la palabra".
La democracia es por definición secular. Son humanos eligiendo humanos. No hay dios padre en una sociedad equitativa. La democracia es tolerante porque considera las opiniones de las minorías como iguales a la mayoría. Todo lo opuesto a la religión cristiana donde el pensamiento distintos es condenado por se incompatible por los principios morales. La política inspirada en la moral define buenos y malos, una oposición donde no hay cabida para otros colores. Estás contra nosotros o estás con nosotros. Luego, sólo existe una visión para la religión.
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